Terapia Johansen
Las sesiones de neurofeedback son monitorizadas por un terapeuta quien le coloca uno o más electrodos en el cuero cabelludo y en los lóbulos de las orejas al niño/a. Los electrodos funcionan simplemente como sensores que recogen la información sobre la actividad eléctrica de su cerebro que es recogida automáticamente por un programa informático pudiendo de esta manera analizar su patrón de ondas cerebrales en tiempo real.
Esta técnica es completamente inofensiva y nada invasiva y el formato se parece mucho al de un videojuego en el que se pueden obtenerpuntos usando el cerebro.
El neurofeedback, al ser un aprendizaje gradual, requiere de varias sesiones dependiendo del niño/a, del progreso y de los resultados. En muchos casos, alrededor de 20-30 sesiones suele ser suficiente.
La eficacia de esta técnica depende también de la propia motivación del sujeto para completar y continuar con el entrenamiento. En el caso de los niños con TDAH, esto no supone un problema, pues la prueba les resulta altamente motivante y atractiva.
En las primeras etapas del entrenamiento (fase inicial) se recomienda hacer entre 2-3 sesiones por semana.
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